Un trágico incidente en el condado de Jefferson, Colorado, ha sacado a la luz los peligros de tener mascotas venenosas, tras la muerte de un hombre de 34 años que fue mordido por su mascota, un monstruo de Gila.
Según la cadena CBS, el forense del condado de Jefferson confirmó que la muerte del hombre ocurrió pocos días después de la mordedura, y se realizó una autopsia para determinar la causa exacta, en espera de más análisis toxicológicos.
El doctor Nick Brandehoff, médico toxicólogo y especialista en reptiles de la Asclepius Snakebite Foundation, advirtió a la cadena de noticias la importancia de respetar a los animales venenosos, después de haber consultado sobre el caso.
Mordeduras de los monstruos de Gila
Los monstruos de Gila, originarios del suroeste de Estados Unidos, son conocidos por sus dolorosas mordeduras, que rara vez provocan muertes humanas.
La última muerte conocida atribuida a la mordedura del monstruo de Gila ocurrió en 1930, lo que hace que este tipo de incidentes sean extremadamente poco comunes.
La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, fue mordida por uno de sus dos monstruos de Gila, descrito como un juvenil de aproximadamente 30 centímetros de largo.
Después de la mordedura, fue ingresado en el hospital, pero sucumbió a sus heridas al final de la semana previa al feriado del Día de los Presidentes.
Eric Harper, investigador criminal de Parques y Vida Silvestre de Colorado (CPW), dijo que la ilegalidad de poseer monstruos de Gila en Colorado sin la autorización adecuada.
En respuesta al incidente, CPW sacó a los monstruos de Gila de la residencia de la víctima, que también albergaba tarántulas, una especie legal de poseer en el estado.
Las inusuales circunstancias que rodearon el incidente han llevado a una mayor investigación sobre el veneno del monstruo de Gila, responsable de la mordedura. El reptil será transportado a un laboratorio de la Universidad del Norte de Colorado en Greeley, donde los expertos analizarán su veneno.
Este análisis tiene como objetivo comprender los factores específicos que contribuyeron a la muerte del hombre, y las sospechas iniciales apuntan a una posible reacción alérgica al veneno.
Tanto Harper como Brandehoff abogan por el manejo y posesión cuidadosos de los reptiles venenosos, subrayando la necesidad de una formación y conocimientos adecuados para evitar resultados tan trágicos.
El hábitat y los cuidados del monstruo de Gila
El monstruo de Gila (Heloderma suspectum) es un reptil venenoso que habita en los desiertos del suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México.
Este lagarto, reconocible por su distintiva piel granulada de colores vivos que varían entre el negro, naranja, rosa y amarillo, es una de las pocas especies de lagartos venenosos en el mundo.
Originario de regiones áridas y semiáridas, el monstruo de Gila prefiere los hábitats de matorrales desérticos, áreas rocosas y bosques de mezquite, donde se resguarda en madrigueras o bajo rocas para protegerse de las extremas temperaturas diurnas y preservar la humedad.
A pesar de su apariencia intimidante y su capacidad para inyectar veneno a través de surcos en sus mandíbulas, los ataques a humanos son extremadamente raros y, por lo general, solo ocurren cuando el animal se siente amenazado o es provocado.
El veneno del monstruo de Gila contiene una mezcla de componentes tóxicos que pueden causar dolor intenso, hinchazón y, en algunos casos, afectar la presión arterial de la víctima; sin embargo, las mordeduras fatales son inusuales.
La educación sobre su comportamiento y la precaución en su presencia son clave para evitar encuentros desafortunados con este fascinante, pero peligroso habitante del desierto, y por lo visto, en algunas casas de Estados Unidos.
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